Caso AREC #2: Resonancia Magnética Cabeza y Cuello

Por: Dr. Guillermo E. Valdivieso

Hombre de 51 años, hace 8 días sufrió trauma en cabeza y cuello, por caída desde el techo, refiere dolor y
limitación para los arcos de movilidad del cuello, sin datos neurológicos, ahora con collarín ortopédico.

Radiografías AP y Lateral. La flecha roja indica deformidad en cuña por fractura secundaria a compresión del
cuerpo vertebral T3, sin que se logre definir más alteraciones.

Resonancia magnética de columna torácica, izquierda: secuencia T2 FRSFE sagital, derecha T1 FSE sagital. La
flecha roja indica deformidad en cuña por fractura conminuta por compresión del cuerpo vertebral T3 que
compromete platillos y muros, con restrusión de fragmentos del muro posterior que contactan a la médula espinal, sin signos de mielopatía.

Resonancia magnética de columna torácica, cortes sagitales STIR:

Imagen izquierda: Se observa lesión del ligamento amarillo T3/T4 (flecha azul), de los ligamentos interespinosos T1/T2, T2/T3 y T3/T4 (flechas verdes), y del ligamento supraespinoso (flecha blanca), lo cual señala mecanismos de compresión –flexión. Las flechas amarillas señalan edema de la médula ósea de los pedículos (imagen central corte en el pedículo derecho, imagen izquierda corte en el pedículo izquierdo).

El presente caso resalta la importancia de la resonancia magnética en la definición de los componentes de tejidos blandos, en la evaluación del trauma raquídeo, y su clasificación con repercusión en el manejo y pronóstico. El complejo ligamentario posterior o banda de tensión posterior (PLC) constituido por el ligamento supraespinoso, el interespinoso, los amarillos y las cápsulas articulares facetarias, estabiliza la columna contra fuerzas de rotación y flexión.

La lesión del PLC se puede sospechar clínicamente o demostrarse en estudios radiográficos por el desplazamiento de los elementos óseos, sin embargo la resonancia magnética es la modalidad mandatoria en casos de alta sospecha.

Las lesiones del PCL se asocian a fracturas y siguen un patrón progresivo de gravedad dependiendo de la severidad y mecanismo del trauma e implican un manejo quirúrgico ya que condicionan inestabilidad.

Esta capacidad de la RM ha permitido el desarrollo de nuevas clasificaciones del trauma raquídeo como Thoracolumbar Injury Classification and Severity Scale (TLICS) ampliamente utilizada y que se basa en la evaluación neurológica, la morfología de la lesión y el estado del PLC. También se desarrolló la AO Spine classification of thoracolumbar injuries que es principalmente descriptiva de la lesión.

La acual presentación no pretende ser una revisión a profundidad del tema, al lector interesado se le invita a consultar literatura más amplia sobre el tema.

Bibliografía.

Alexander R. Vaccaro, MDa, Joon Y. Lee, Assessment of injury to the posterior ligamentous complexin thoracolumbar spine trauma. The Spine Journal 6 (2006) 524–528 . doi:10.1016/j.spinee.2006.01.017

Bharti Khurana, Scott E Sheehan, Traumatic Thoracolumbar Spine Injuries: What the Spine Surgeon Wants to Know. RadioGraphicsVol,33,No 7 Nov 1 2013.

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